TRASLADO DE UNA PERSONA LESIONADA

 El traslado debe realizarse teniendo en cuenta los medios adecuados de personas, dispositivos o elementos mecánicos. Para ello es necesario elegir el método de traslado adecuado en función del tipo de lesión de las víctimas, el estado en que se encuentran o la disponibilidad de personas, dispositivos y elementos mecánicos.

El traslado debe realizarse con el máximo cuidado y atención que sea posible para así poder evitar movimientos que provoquen lesiones adicionales a las que ya se han producido en el accidente.

Se tiene que prestar especial atención a:

  • Las lesiones de columna vertebral que pueda tener, en las que se debe mover al accidentado en bloque, con el objetivo de evitar lesiones sobre la médula espinal.
  • Los desplazamientos por carretera si el firme está en mal estado.

Evitar realizar traslados apresurados siempre que sea posible.

La duración del traslado tiene que ser la mínima posible.

En el caso de que la víctima se encuentre atrapada entre chatarra, haya caído en espacios estrechos, haya ocurrido un aplastamiento, etc., sería necesario el uso de métodos especializados para de esta forma mover a la víctima evitando riesgos adicionales que puedan empeorar sus lesiones.

El traslado puede constar de dos fases:

  • La primera fase se define desde el lugar donde se han accidentado las víctimas hasta el lugar donde recibirán la asistencia sanitaria.
  • La segunda fase es aquella que se sitúa desde donde se les han aplicado los primeros auxilios hasta el centro médico externo de referencia donde se realizará el tratamiento definitivo de las lesiones.

Según el número de socorristas, se pueden utilizar diferentes sistemas para trasladar a las víctimas.

Traslado con un solo socorrista:

  • Arrastre.
  • Carga.

Traslado con dos socorristas:

  • Carga.
    • Puente.
    • Sillita de la reina.

Traslado con tres o más socorristas:

  • Carga.
    • Puente.
    • Cuchara.





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